Al reproducir únicamente frecuencias medias y altas, estos altavoces resultan más apropiados para instalaciones interiores complejas en las que se necesitan unidades de graves independientes para controlar mejor la energía de las bajas frecuencias, como recintos deportivos, locales de música en directo, iglesias, terminales de transporte y edificios municipales polivalentes. También son una solución más rentable para aplicaciones únicamente de voz en locales de tamaño medio, pudiendo además utilizarse como altavoces de ajuste de retardo en instalaciones más grandes y complejas.